¡Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo!
Para San Francisco, Navidad – el Verbo hecho carne, el acto de Dios de total auto entrega de amor – la Navidad por sí misma era suficiente para salvar el mundo. Por lo tanto, San Francisco adoraba la Navidad y se alegraba enormemente con la Fiesta, hasta llegó a crear un Pesebre en vivo para compartir su maravilla y alegría con todos, ¡aún hasta nuestros propios días!
Su generoso apoyo al Seminario San Lorenzo permite a los Franciscanos Capuchinos – siguiendo hasta hoy las huellas de nuestro Fundador San Francisco – formar, educar y atraer jóvenes hombres hacia el amor, la maravilla y la alegría de nuestro Dios.
Ellos se unen a mí agradeciéndole por darles el regalo del Seminario San Lorenzo. Ellos rezan por usted cada día y le desean a usted y a su familia una bendita y feliz Navidad.